El 11 de marzo de 2022, cumplimos dos años en pandemia.
Desde entonces, en todo el mundo, más de 451 millones de personas han contraído el virus y al menos seis millones han perdido la vida a causa de la COVID-19.
Durante dos años hemos estado confinados, distanciados, obsesionados con la limpieza, con las noticias, con la epidemiología, con la búsqueda de una vacuna, con el cuidado de nuestra salud. Algunos nos propusimos hacer todo lo posible para no enfermar, otros nos resignamos a que así sería y muchos más —trabajadores esenciales, personas vulnerables— no han tenido alternativas.
El virus nos ha cambiado para siempre.
Durante la pandemia, la Riviera Maya se ha convertido en refugio y hogar de miles de extranjeros y nacionales que hicieron staycaciono home-office evitando las duras y estrictas reglas de confinamiento de otros países, asi como de tantos que no pudieron regresar a casa. En una situación sin precedentes, compartimos el espíritu colectivo y valentía de afrontar la pandemia, sin importar nacionalidad, color de piel, religión o idioma.
Vimos con tristeza como muchos de los negocios locales tuvieron que cerrar sus puertas, pero fuimos los primeros en hacer fila, al momento de su reapertura, nunca el consume local había tenido tanta importancia. De pronto, todos entendimos que ayudar a nuestros vecinos, era ayudarnos a nosotros mismos. Quintana Roo es uno de los estados que mayor dependen del turismo en el país, por lo que la supervivencia de la economía local estaba en nuestras manos.
Si bien las medidas de confinamiento en el estado fueron estrictas, pudimos seguir gozando de la libertad de ver el mar, de perdernos en las exuberantes selvas de la zona y tomar el tan anhelado respiro de libertad. Con la ayuda y compromiso de todos, nos convertimos en uno de los estados con la menor taza de hospitalización y mortalidad en el país, así como el estado con el mayor índice de vacunación.
En Pascua de 2021, abrimos nuestras puertas al mundo – con sana distancia y mascarilla- y la esperanza de una pronta recuperación económica y el mundo respondió. Cancún se posicionó como el segundo destino más visitado del planeta, solo por detrás de Dubái. Mas de 12 millones de visitantes entre 2020-2022 se enamoraron de las turquesas aguas del caribe y sus playas de arena blanca. Sentando un precedente a nivel mundial.
Claro está que no olvidaremos la pandemia, ni deberíamos hacerlo, pero hemos adoptado de manera resiliente, una nueva normalidad. Donde saludamos sonriendo con la mirada, donde limpiamos nuestras manos con alcohol en gel, donde guardamos distancia y cuidamos nuestra salud por el bien colectivo.
Poco a poco creamos una nueva realidad y si tienes deseos de aventurarte y salir lejos de casa por primera vez, la Riviera Maya es una gran alternativa. Quien sabe, tal vez la próxima vez que te veamos, te llamemos paisano, cuando decidas quedarte a vivir en el paraíso.
